jueves, 13 de agosto de 2009

BENEDICTO XVI: candidato al Nobel de Economía


La acogida de la reciente encíclica de Benedicto XVI ha supuesto un impacto mediático a nivel mundial. Sin embargo, las cabeceras y entradillas de los informativos de televisión, radio, prensa impresa y digital se detienen en aspectos parciales, las más de las veces secundarios, que suponen una propaganda no siempre acorde al contenido o finalidades de la encíclica.

Frente a las manipulaciones que está sufriendo este importante documento del Papa, muchas personas quieren profundizar en él a partir de pautas ponderadas que permitan ahondar y apreciar adecuadamente la Cáritas in Veritate.

Para ello hemos conversado en Roma con el Padre Michael Ryan, quien es especialista en temas relacionados con la ética económica, la ética de empresa y con la Doctrina Social de la Iglesia, además de ser catedrático de ética social en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum.

A continuación se presenta la entrevista:

Jorge Enrique Mújica: La encíclica Caritas in Veritate ha tenido un gran impacto mediático. Sin embargo, algunos medios de comunicación se centran en ponderaciones que no son el centro ni la finalidad de la encíclica (pienso, por ejemplo, en la reforma de la ONU que menciona el Papa y que se ha querido ver y presentar como un acto de crítica hostil, reduciendo la encíclica sólo a esto). ¿Cuál es el mensaje fundamental de este nuevo documento pontificio?

Michael Ryan, LC: El mensaje fundamental es la afirmación de que la ética –de la que ahora muchos hablan– no puede funcionar si no tiene un fundamento en Dios. Esto puede parecer un poco extraño, pues meter a Dios en la ecuación parece restringir el valor del argumento. Pero no es así.

Hace ya muchos años, Elisabeth Anscombe decía que la ética había perdido sus raíces. Quedan las palabras, pero ya no tienen la base cultural en la que nacieron. Palabras, como moral, ética, ley, bien, mal, suponían siempre la idea central de un legislador.

Hemos querido eliminar esa figura y hemos buscado otras medidas para juzgar nuestros actos: utilidad, valor, “liderazgo”, responsabilidad, etcétera. Pero estas palabras no logran fundar una ética suficientemente “fuerte”.

El resultado es que cada quien piensa de la ética en un forma diversa; la diversidad, en este sentido, la debilita, y una ética débil en el mundo económico será comida viva por ese mundo. Además, es capaz de “comprarla”.

JEM: Ronald Preston, discípulo de R. H. Tawney, de la London School of Economics, afirmó que “las doctrinas sociales tradicionales de la Iglesia no tienen nada específico que ofrecer en orden al crecimiento de la economía capitalista, porque se repiten constantemente cuando deberían haber sido repensadas desde el principio”.

El primer capítulo de la nueva encíclica está dedicado al mensaje de la Popolorum Progressio, de Pablo VI. Ha habido más Papas que se han pronunciado en encíclicas sobre cuestiones sociales. Respecto a todos esos documentos anteriores, ¿cuál es la novedad de Caritas in Veritate? ¿Se puede caer en lo que menciona Preston, con tantas encíclicas sobre estos temas?

Michael Ryan, LC: También los economistas repiten. ¡Cuántas veces hemos oído en estos años frases sobre la libertad de mercado, la ley del mercado, la finalidad económica de las empresas, etcétera!

El problema no es la repetición de los principios, pues a veces necesitamos esa repetición en situaciones nuevas. El problema es que no se hace un trabajo de “puente” entre los principios y la actuación. Falta un número mayor de personas que estudien estos puentes; sin embargo, ese estudio tiene que hacerse en la raíz misma de las teorías económicas y en la fundación de las empresas.

Cuando se monta un sistema económico y no se piensa en los principios éticos desde el inicio, es difícil insertar la ética una vez que el sistema –o la empresa– está funcionando. Si voy a construir un avión es mejor construirlo antes, y no intentar arreglar desperfectos mientras está volando.

JEM: USA Today sacó una encuesta en su portal digital, cuestionando la autoridad global del Papa en cuestiones económicas. Por otra parte, el 8 de julio, el diario italiano Il Corriere della Sera publicaba una entrevista al economista Ettore Gotti Tedeschi, quien proponía informalmente al Papa para el Nobel de Economía. ¿Caritas in Veritate es un documento de carácter económico?

Michael Ryan, LC: Como la encíclica misma dice, no pretende ser un documento económico en el sentido técnico. La Iglesia repite su doctrina sobre la dignidad de la persona humana y pide que en la estructuración de las economías se tenga presente el fin de todo, que es servir al bien común de esas personas.

Como se ha demostrado en muchas ocasiones, esa mirada y atención al bien común no mortifica la eficacia económica, sino que la hace aún más fuerte.

JEM: ¿Caritas in Veritate es una encíclica capitalista o anticapitalista? ¿Cuáles deberían ser las claves fundamentales de lectura y comprensión para toda persona que desea acercarse a esta encíclica?

Michael Ryan, LC: Creo que una actitud fundamental es la de leer la encíclica no una vez, sino varias veces: no contentarse con lo que uno oye o lee en los medios de comunicación, o en alguna conferencia, o en algún escrito como el presente. De esta lectura seguramente nuestra inteligencia se fecundará y producirá acciones positivas.

Esto se hará todavía en forma más plena si leemos la encíclica con aquella actitud creyente con la que acogemos el Magisterio del Papa.

Recordemos esto también: la persona que escribe estos documentos es un altoparlante de Otro, que seguramente tiene mucho interés en que este mundo camine en una forma que conduzca a los hombres a su fin último: aquel fin trascendente del que habla la encíclica.

JEM: Por último, ¿cómo se pueden incorporar las enseñanzas de la encíclica a nuestra vida diaria?

Michael Ryan, LC: Creo que la encíclica nos invita a una renovación de nuestra cultura económica. En la vida ordinaria esto puede significar una serie de acciones más o menos grandes, que promuevan una vida económica más sana.

Menciono algunos ejemplos: vivir mejor el destino universal de los bienes, teniendo siempre presente que todo lo que poseemos como propio tiene “una hipoteca social” en su uso.

Ser honesto y desterrar la corrupción y sus causas, pues ésta es una rémora para el desarrollo.

Invertir con un sentido de responsabilidad e informarse mejor del uso que se hace de las inversiones.

Estar atento al tema de la sostenibilidad, pues con ello estamos heredando un futuro mejor a la generación que nos sigue. Son sólo algunos ejemplos.

El padre Michael Ryan, sacerdote irlandés de la congregación de los Legionarios de Cristo, es especialista en temas relacionados con la ética económica, ética de empresa y con Doctrina Social de la Iglesia.

Es doctor en filosofía por la Universidad Gregoriana y ordinario de ética social en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma, decano de la facultad de Filosofía de dicha universidad, en donde también imparte clases sobre ética económica.

Además, es autor de numerosos artículos especializados en su área, además de libros, como: Ética Social (CES, Roma 1993), La gota que derramó el vaso (Centro de Estudios Tajo, S.C., México 1997) y Siervo bueno y fiel. Antología de Doctrina Social de la Iglesia (Nueva Evangelización, México 2001).

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