sábado, 26 de junio de 2010

Intercesión vaticana: Cuba y el Vaticano

Interesante artículo del diario el País de España. Es extraño que este periódico hable bien de la Iglesia, pero en fin, vale la pena leerlo.

EDITORIAL: 

Intercesión vaticana

El régimen cubano utiliza a los presos como moneda de cambio frente a las presiones




Las conversaciones entre el Gobierno cubano y la Iglesia católica se han traducido hasta ahora en la excarcelación de dos presos de conciencia, el traslado de otros a cárceles próximas a sus lugares de origen y el cese del hostigamiento a las Damas de Blanco, un colectivo compuesto por madres y esposas de opositores detenidos por el régimen. La reciente visita a La Habana de Dominique Mamberti, secretario vaticano para las relaciones con los Estados, prueba el deseo de afianzar esta vía. La muerte de Orlando Zapata puso al Gobierno cubano en una difícil posición y, tras la resistencia inicial a las presiones internacionales, Raúl Castro necesitaba reafirmar un compromiso reformista hoy en gran parte desacreditado.
Lo cierto es que el régimen cubano podría haber adoptado por propia iniciativa las medidas acordadas en el marco de estas conversaciones con la Iglesia. Si ha preferido situarlas en el contexto de una negociación es porque, de este modo, obliga a que la comunidad internacional se abstenga durante el tiempo que duren de iniciativas políticas que puedan interferir con la mediación del Vaticano. Los beneficios de estas conversaciones radican en la atenuación de las duras condiciones de vida de los presos políticos, algo que solo puede suscitar apoyo. Pero los límites se encuentran, por su parte, en el hecho de que se trata de una iniciativa humanitaria, que no se ocupa de los mecanismos políticos y jurídicos de los que se vale el régimen para perseguir a la oposición.
El Vaticano es sin duda uno de los actores internacionales más capacitados para interceder por los presos políticos. El problema es que la posibilidad de un futuro distinto para Cuba se decide en la transformación de su régimen, no en la atenuación de sus atropellos más palmarios. Hasta ahora, el Gobierno cubano siempre ha utilizado a los presos como parapeto y moneda de cambio frente a las presiones: mientras obliga a la comunidad internacional a discutir sobre la situación de las cárceles, le impide abordar aspectos políticos sustanciales.
La escala para medir la evolución del régimen cubano no puede ser el número de presos políticos que libera, sino el desmantelamiento de los instrumentos que le permite encarcelarlos. Sería deseable que la Iglesia consiguiera vaciar las cárceles cubanas, pero, aun en ese caso, la evolución del castrismo estaría por empezar.

26/06/2010 ELPAIS.COM 

viernes, 11 de junio de 2010

¿Gimnasia o Deporte?: CONTRA EL MUNDIAL


JUAN MANUEL DE PRADA


"...me gusta el fútbol, aunque odio la mercadotecnia que lo rodea. Por otro lado, no entiendo que la gente pueda apasionarse con un equipo hecho a golpe de chequera..."

"...la felicidad del ignorante no es felicidad, sino anestesia mental..."


miércoles, 9 de junio de 2010

NADANDO CONTRA CORRIENTE: Juan Manuel de Prada

 Nadando contra corriente (Buenas Letras) recoge escritos que Juan Manuel de Prada, a modo de jalones en la orilla, temas de actualidad que se asemejan a un río que “va remontando hasta llegar río arriba, donde las aguas son puras”, que dirige a quienes deseen acompañarle a pie en su brega intelectual. Son reflexiones de gran valor literario y riqueza de contenido, que juzgan la actualidad más perentoria partiendo de principios perdurables, como hitos de un difícil tránsito, desde el nivel del mar hasta la montaña. Allí, a cielo abierto, descubrimos en la tradición cristiana la visión congruente que permite prescindir de las ideologías e interpretar las consecuencias a la luz de las causas.
Siguiendo estas palabras que se encuentran en la contraportada del libro, De Prada ha contado en La Linterna que son “artículos a la contra de las ideas imperantes, de la corrección política, pero, sobre todo,es un intento de abordar los grandes problemas de nuestro tiempo desde las causas o desde su origen”. El escritor es de la opinión de que “hemos perdido la capacidad para discernir cuáles son las causas”. Por este motivo, como dice, ha seleccionado una cantidad de artículos que tratan aspectos “que todos los días nos golpean” como “el aborto, la pederastia, la corrupción política, la ‘cristofobia’ o artículos de corte más satírico sobre nuestros políticos y ministros”, pero también incluye “retratos de personajes que son próximos a mí, desde amigos o maestros como Delibes que se me han ido, hasta el obispo Munilla o Mayor Oreja”, además de textos “más desenfadados, sobre los gordos, mi familia o la pajarita”.

Fuente: www.cope.es/