domingo, 15 de junio de 2008

Gracias Padre



¿Es más fácil ser Padre o ser Madre? ¿Es fácil ser Padre? ¿Es fácil ser Madre? Bueno, hablando de mi experiencia, fue mi madre la que estuvo siempre cerca, mi papá fue la figura distante, la figura de autoridad, y cosa que aun no comprendía, la figura de protección y estabilidad.

Si bien es cierto que, tanto el padre como la madre cumplen una función vital en la formación del hijo, hoy quisiera rendir homenaje a esa parte de la familia que es la columna vertebral y los ojos que guían a la familia hacia un horizonte de realización.

Hay personas que jamás pudieron decir ¡Papá!, en Latinoamérica, de cada 10, 6 o 7 son hijos sin padre, o mejor dicho, sin que les reconozca el padre. Para mi es difícil entender como hay personas que no puedan decir “papi” y eso si es penoso. Por lo mismo, hoy se hace necesario recordar todo lo que has hecho por mí.

Quizá, el solo hecho de poder decirte, cada vez que te veo, “hola papi” ya es toda un experiencia que a otros se la privaron. Por eso decirte Gracias…

Reivindicar a todos los padres, que a pesar de haberse ido, de no haberse quedado para verme crecer o para darme su apoyo en los malos momentos, el levantarme cada vez que me caía, o el enseñarme a hacerlo, para que en su ausencia me levante igual. A pesar de los pesares, me has engendrado.

¿Quien tiene un padre perfecto? El mío no lo es, el mío es un simple mortal. Un simple padre, como si fuera simple ser padre. Mi padre fue al quien tenía que pedir permiso para salir lejos de casa o de noche, él fue quien me resondraba en serio cuando me portaba mal, él que me prohibía cosas y me negaba otras. El era mi héroe cuando tenía cinco años, mi tormento cuando tenía quince y ahora que doblo esa edad es todo un libro de sabiduría. Ahora que contemplo de lejos mi adolescencia valoro mucho el brazo firme con el que me corrigió, y todas las resondradas que sirvieron para no desviar mi camino. Repito la pregunta ¿Quién tiene un padre perfecto? Pues sólo Jesús, Nuestro Señor. Dios nuestro Padre, ese es el modelo de toda paternidad. Y por ello también agradecerte, porque fuiste mi primera imagen de padre, mi primera imagen de Dios.

Que difícil es decirle a alguien que no tuvo un buen padre o no tuvo padre, “Dios es tu Padre”. Como dice Martin Valverde: “Hay mucha diferencia entre el concepto que tenemos de Él, de lo que es Él, Dios no es un Padre Dios es TU PADRE”.

No puedo decir que tengo el mejor padre del mundo, puedo decir que, si tuviera que elegir un padre de todos los padres del mundo, elegiría el mío. No es perfecto, es mi PADRE. Todos tienen uno, algunos nunca lo han visto, por muchas circunstancias.

Hoy deberíamos rezar por ellos, elevar una plegaria al cielo por su bienestar, donde estén, lo que hagan. A él le debemos la mitad de todas las cosas buenas que nos pasaron; cada vez que somos felices, pensemos que es gracias a esa persona que colaboró con nuestra madre para que viniera a este mundo.

Y, si cada vez que te pasa algo malo, lo maldices por no estar allí o por no haber estado allí, pues te diría que tu problema es serio, serio, pero tiene solución… La vida esta para ser feliz, sin ello no tendría sentido vivirla. Nuestros padres cumplieron con traernos al mundo, es nuestra tarea, y de ninguna otra persona, nuestra FELICIDAD. La solución es la reconciliación con la imagen paterna, el perdón a todos los errores que cometió, y las gracias porque a pesar de todo tubo un acierto, ese acierto lleva tu nombre.
La madre es aquella persona que te trata como un niño de cinco aunque tengas cuarenta, el Padre es aquel que te trata como un señor de cuarenta aunque tengas cinco. Entre esas dos tensiones hemos crecido, entre esas dos tensiones viviremos. Gracias por todo Papás, en especial al mío que aparte de darme la vida y su apellido, me dio su nombre que llevo con orgullo.
Gracias al mejor de todos los padres, NUESTRO PADRE DIOS… TAYTA DIOS.
MARTIN VALVERDE: Gracias Padre