lunes, 13 de diciembre de 2010

El dios de Lennon: 30 años del mito

Imagina que no hay paraíso,
Es fácil si lo intentas,
Ningún infierno debajo de nosotros,
Arriba de nosotros, solamente cielo,
Imagina a toda la gente
Viviendo el día… (John Lennon)

Frases celebres del no menos celebre John Winston Ono Lennon, mejor conocido como John Lennon. El Beatle más famoso, no creo que el más talentoso (prefiero a George Harrison) que nos ha dado Liverpool. Compositor cualificado, guitarrista insigne, cantante destacado, activista por la paz y hombre que hizo de su vida un espectáculo, sobre todo su luna de miel.

Cuando un hombre pierde la fe en Dios, busca ser su mismo dios. Eso le paso a Lennon. Él y solamente él era su dios, claro Yoko su diosa. Quería enseñarnos a ser felices (sin religiones), como conseguir la paz mundial (sin países, ni fronteras), como lograr trascender en la vida (fumando marihuana). Hasta que un tal Mark David Chapman se encargo de devolvernos a la realidad… Y millones de fanáticos y sobre todo Yoko Ono nos enteramos que el Gran Lennon no era más que un simple mortal ¿Qué como lo hicimos? mmm… Pues, porque murió. Cuatro, de las cinco balas que salieron del arma de Chapman nos hicieron pisar tierra, el cesar de latido de su corazon, nos gritó que de polvo fue y a polvo volvió. Como todos nosotros lo haremos.

Imagina que no hay países,
No es difícil hacerlo,
Nada por lo que matar o morir,
Ni religiones tampoco,
Imagina a toda la gente
Viviendo la vida en paz

¿Quién estuvo más loco, Chapman quien apretó el gatillo o Lennon que pretendía una sociedad sin religiones, sin nada por lo que valiese la pena dar la vida? Creo que Lennon, al intentar ser dios, un dios mortal, intento hacer su propia doctrina (religión). Una medio Hippie, medio budista, medio hare krishna, medio ecologista, medio revolucionario, medio todo y medio nada… En buen español, una total mediocridad.

Me viene a la mente la frase del Santo Padre Pablo VI en la encíclica Centesimus Annus: “La Paz no es simple ausencia de guerra, ni el silenciar de metralletas y cañones. Esa es la paz de los cementerios… La Paz es producto de la justicia y la solidaridad”

Lennon cosechó un poco de lo que sembró. Nadie niega su talento y sus éxitos. Por lo menos, yo, no. Pero recordemos que ‎”Nada es más peligroso que un buen consejo acompañado de un mal ejemplo”. Y John donde quiera que esté, creo que lo afirmaría.

Sus últimos días estuvieron centrados en sus reflexiones existencialistas en la gran manzana (NYC), rodeado de su familia, parece que no encontraba la paz que tanto anhelaba y promovía. Eso se refleja en una de sus últimas composiciones “Help me to help my self” donde se olvida de todas sus medio creencias y se atreve a pensar que algo de cierto encierra el cristianismo, proclamando:
“They say the Lord helps those who helps themselves”
(Dicen que el Señor ayuda a quienes se ayudan)
“Cos I know deep inside I was never satisfied”
(Porque se que muy adentro yo nunca estuve satisfecho)
“Please help me Lord…Help me to help myself”
(Por favor ayudame Señor… Ayudame a ayudarme)

Lo cierto es que el Sir John Lennon se nos adelantó, y cada 8 de diciembre (fecha muy especial para mi) lo recuerdan en casi todo el mundo cantando o tarareando sus melodías. Lo cierto es que Yoko Ono, ha cambiado de parecer, que ha dejado de pensar que la paz se consigue desnudándose para los flashes, que son los jueces que deben ir a prisión a cambio de los delincuentes y eso se refleja, paradójicamente, en su radical oposición a la liberación del asesino de su esposo ya 30 años privado de su libertad. Que distinto se ve la vida, cuando la vida se muestra en su real dimensión. No la de lujos y vanidades, ni de la de fama y éxitos, sino la del día a día que nos golpea y nos hace vivir. ¿No es cierto? Yoko.